Qué es la consultoría de cabecera y para qué sirve
Así como las personas solemos buscar un médico de cabecera con quien establecer un vínculo de confianza y cercanía, hoy muchas empresas pretenden lo mismo de los consultores: alguien que las acompañe de un modo más próximo y comprometido con un abordaje integral que, más allá de tratar síntomas aislados, ofrezca soluciones sistémicas y personalizadas para incrementar su capacidad de adaptación y respuesta en tiempos de alta volatilidad. En este artículo, hablo de la consultoría de cabecera, una modalidad de acompañamiento que, desde una relación de confianza, co-diseña y co-construye con sus aliados soluciones a la medida e impulsa una transformación cultural en las organizaciones.
Consultoría de cabecera para tiempos complejos
Vivimos en tiempos complejos que nos demandan desarrollar perspectiva, mirar desde otros enfoques, y adoptar nuevas creencias y maneras de actuar. Por eso, hoy muchas organizaciones prefieren, antes que la consultoría superespecializada, un acompañamiento más holístico para hacerse cargo de sus dilemas: una consultoría de cabecera.
¿Pero qué es la consultoría de cabecera? Lo explicaré con un paralelismo que todos conocemos: el médico de cabecera, un profesional muy cercano al paciente que conoce su historia médica, sus costumbres y lo orienta de modo integral y continuo.
Los médicos de cabecera no son “toderos”, sino que dominan varias especialidades y pueden detectar las dolencias, tratar muchas de ellas e incluso referir a otros especialistas, acompañando siempre al paciente. La consultoría de cabecera es similar.
El consultor de cabecera entiende profundamente el mundo de su cliente: sus objetivos, la estrategia, las oportunidades y amenazas, y co-construye con soluciones a medida, siendo capaz de vislumbrar posibles dificultades y ofrecer caminos. Y, lo más importante, permanece allí para acompañar el proceso.
En la consultoría de cabecera se genera una relación de confianza estrecha con el cliente, conociendo el negocio, su contexto, la cultura, los dolores de la organización y el estilo de liderazgo. Desde esa mirada holística, es posible ofrecer soluciones alineadas con la cultura de la organización.
Beneficios de la consultoría de cabecera
La consultoría de cabecera es una opción ideal en tiempos complejos y para todo tipo de organizaciones. Especialmente para las que quieren profesionalizarse aún más. Un consultor de cabecera aporta valor a la organización desde un abordaje integral y ofrece, entre otras, soluciones tales como:
Generar conversaciones para diseñar futuros posibles.
Asesorar la estrategia para alcanzarlos.
Desarrollar líderes.
Destrabar conflictos, tanto entre socios como en los equipos.
Promover la transformación cultural hacia la agilidad.
Acompañar como mentor/coach de los directores.
Co-diseñar la comunicación top down, un modelo en el que la información fluye desde los niveles más altos de una organización hacia los niveles inferiores, asegurando el control y la coherencia en la implementación de estrategias. Así como facilitar la comunicación bottom-up, donde las inquietudes del cliente, los asuntos de la operación, el aporte de ideas y algunas decisiones son compartidas desde la base de la jerarquía organizacional.
Este tipo de actividades habilitan el empoderamiento y la creación de capital relacional interno en las organizaciones, preparándolas mejor para los desafíos presentes y futuros.
Roles y alcance de la consultoría de cabecera
Como las matrioshkas rusas —muñecas de madera que contienen dentro otras muñecas más pequeñas— el consultor de cabecera usa distintos trajes para ejercer los roles que se hacen cargo de las necesidades de su cliente y así desplegar su oferta de valor.
Como consultores de cabecera, en EmpoderArte -consultora de la que soy socia- muchas veces actuamos como mentores de quienes dirigen la organización y, simultáneamente, acompañamos como coaches a algunos de sus líderes. Paralelamente, apoyamos en el diseño de futuro, la promoción de un nuevo mindset para acompañar la transformación cultural de la organización a la agilidad, la construcción de nuevas prácticas de gestión, co-diseñamos estrategia de desarrollo de capacidades y también facilitamos sesiones de equipo, entre otras acciones. Todo esto bajo el paraguas de la visión, propósito y estrategia de la organización.
En las diversas experiencias que hemos tenido con nuestros clientes, manejamos varios modelos. Sabemos cuándo y a quién referir para algunos dolores organizacionales y dar paso a otro cuando consideramos que es lo mejor, mientras permanecemos allí como mentores estratégicos.
El punto más álgido en la elaboración de matrioshkas es que calcen unas con otras, dado lo artesanal del proceso. De forma similar, el acompañamiento de un consultor de cabecera es muchas veces un arte para el que es clave saber en qué momento y contexto ponerse el traje de un determinado rol.
Si crees que tu organización o equipo necesita este tipo de enfoque, estaré feliz de acompañarte.